Resumen |
La situación laboral de los jóvenes menores o iguales de 30 años ha sido, a partir de 2007, lisa y llanamente catastrófica. A lo largo de este siglo siempre ha sido una situación precarizada, en los datos de la EPA, en las remuneraciones salariales y en las oportunidades de distinto tipo (emancipación, acceso a la vivienda) (1). |